Los alumnos de 6° y 7° participaron de un taller de narración y escritura en la Biblioteca.
Escuchamos la poesía de Liliana Bodoc
Yo, primera persona del singular.
Yo tengo
Pero Yo
no soy Tengo
porque
si un
huracán se lleva todo
y me
deja tan solo con lo puesto.
Yo
seguiría siendo.
Yo
estoy.
Pero,
atención,
porque
aunque cambie de lugar,
aunque
cambie de barrio y de ciudad
yo sigo
siendo.
Por las
noches yo duermo
pero no
soy Dormir
porque
cuando despierto
sigo
siendo
Yo
canto.
¿Y si
no canto?
Yo
juego.
¿Y si
no juego?
Yo
estoy aqui y allá
yo
tengo, yo no tengo
yo
canto y desencanto
yo esta
tarde no juego
pero yo
sigo siendo.
Yo soy yo cuando Soy.
Escuchamos el cuento "Rojo" de Liliana Bodoc y divididos por grupos escribieron sus propios cuentos
Un lobo arriba
de iceberg en un día con nubes cazaba un oso polar con sus dientes afilados
mientras la nieve caía como sal sobre el guardapolvo del chico fanático del
Real Madrid que llevaba en un papel un poco de azúcar para su viaje.
Los Simpson
comen bananas, mientras el sol daba en el girasol. Bob Esponja tomaba un taxi
para votar al PRO. España ganaba el Mundial por comer sándwiches de queso, en
la arena había un pato con en el pelo de
Goku, mientras la jirafa comía al canario y Homero Simpson tomaba limonada con
choclo.
Las ballenas
y Doris, comiendo moras, nadan en el mar viendo el cielo de Bosnia que parece
el pelo de Marge que esa noche usaba jeans.
Garfield se
comió una calabaza y se empachó, para curarse se comió una ensalada de durazno,
zapallo, mandarina, zanahoria y un jugo. Luego como estaba aburrido armó una
cancha con conos de tránsito y jugó con su pelota de básquet bajo el sol del
atardecer.
Había una vez
un africano que salió que salió de noche con su mascota era un murciélago y
hace tatuajes con tinta china; se encontró con una africana y tuvieron hijos
que se llamaron Penélope y Tronchatoro, se compraron zapatillas del color de la
noche tienen un Rotwiller.
Había una vez
un loro que estaba comiendo lechuga con anís. Pasó la rana, cruzó por ahí quero
lechuga, no quiero anís!